jueves, 28 de febrero de 2013

CAPÍTULO 31.




31 Máximas de Lemuel, rey de Masá, que le enseñó su madre.

2¿Qué es eso, hijo mío?

¿Qué es eso, hijo de mis entrañas?
¿Qué es eso, hijo de mis votos?
3No gastes tu fuerza con mujeres

ni tu vigor con las que corrompen a reyes.

4No es de reyes, Lemuel,

no es de reyes darse al vino

ni de gobernantes darse al licor,
5porque beben y olvidan la ley

y pervierten el derecho (le los desgraciados.
6Dad el licor al vagabundo

y el vino al afligido:

7que beba y olvide su miseria,

que no se acuerde de sus penas.

8Abre tu boca a favor del mudo,

en defensa del desventurado;

9abre tu boca y da sentencia justa
defendiendo al pobre y al desgraciado.

10Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará?

Vale mucho más que los corales.

11Su marido se fía de ella

y no le hacen falta despojos.
12Le trae ganancias y no pérdidas
todos los días de su vida.
13Adquiere lana y lino,

sus manos trabajan a gusto.
14Es como nave mercante

que importa el grano de lejos.
15Todavía de noche se levanta

para dar la ración a sus criados
y la porción a sus criadas.
16Examina un terreno y lo compra,
con lo que ganan sus manos
planta una viña.

17Se ciñe la cintura con firmeza

y despliega la fuerza de sus brazos.
18Aprecia el valor de sus mercancías

y aun de noche no se apaga su lámpara.
19Extiende la mano hacia el huso

y sostiene con la palma la rueca.
20Abre sus palmas al necesitado

y extiende sus manos al pobre.
21Si nieva no teme por la servidumbre,
porque todos los criados

llevan trajes forrados.
22Confecciona mantas para su uso,

se viste de lino y púrpura.

23En la plaza su marido es respetado
cuando se sienta

entre los concejales del pueblo.
24Teje sábanas y las vende,

provee de cinturones a los comerciantes.
25Está vestida de fuerza y dignidad,

sonríe ante el día de mañana.

26Abre la boca juiciosamente

y su lengua enseña con bondad.
27Vigila las andazas de sus criados,
no come su pan de balde.

28Sus hijos se levantan para felicitarla,
su marido proclama su alabanza:
29«Muchas mujeres reunieron riquezas,
pero tú las ganas a todas».

30Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura,
la que respeta al Señor merece alabanza.

31Cantadle por el éxito de su trabajo,
que sus obras la alaben en la plaza.

Octava (o séptima colección). Atribuida a otro autor extranjero: consejos de una madre a su hijo rey.
31,1-9 Pongamos este texto en el contexto de la poligamia real y escucharemos mejor su tono entrañable. Una de las mujeres del rey, estéril por cierto tiempo o desatendida, ha conseguido a fuerza de votos dar a luz un hijo propio. Es de sus entrañas, no adoptado, y don de Dios que ha escuchado los votos. Ahora su hijo parece inclinado a los placeres, que comprometen su gobierno justo. El gobierno justo es la visión y el ideal que rige toda la perícopa, de acuerdo con la visión del Sal 72. Gobernar es en gran parte juzgar, juzgar es ante todo hacer valer los derechos de los desvalidos. El primer peligro son las mujeres, el segundo es el vino.Quien en vez de responsabilidades tiene penas puede ahogar en alcohol los recuerdos. 

31,3 "Corrompen": a la letra borran, cancelan. Se puede recordar el caso de Salomón, 1 Re 11,1-8. Si en vez de "vigor" entendemos proyectos y realización, se referiría al rey que abandona los asuntos del reino a las intrigas y manejos de sus concubinas preferidas, hasta quedar anulado por ellas. 

31,4-5. Véase la descripción irónica de 23,29-35. Pero aquí preocupa el gobierno: la templanza en función de la justicia; véase también Is 28,7s. 

31,8 "Mudo" se entiende principalmente en sentido metafórico: quien no tiene voz en la sociedad, la política, los tribunales. 

31,10-31 El libro termina con un canto a la mujer ideal, desde el punto de vista del hombre. ¿Por qué? Puede ser sin razón especial o por la experiencia matrimonial del maestro. Prefiero pensar en un maestro que instruye a sus alumnos, los cuales, terminada su formación, se preparan a poner casa, 24,27. Por eso la última recomendación del libro trata del matrimonio. Ahora bien, encontrar la mujer deseada y conveniente es cosa difícil. Para que los alumnos conozcan lo que deben desear y buscar, el maestro traza un cuadro ideal: figura idealizada, pero no utópica; deseo difícil, pero no inalcanzable. 

Lo curioso de esa figura es la devaluación relativa de la belleza y la ausencia u ocultamiento del amor. La esposa ideal será una mujer que lleva la casa y los negocios con tacto y eficiencia y espíritu de iniciativa. El marido está obligado a darle vivienda, sustento y vestido, Ex 21 ,10; ¿bastará para compensar al marido darle placeres e hijos? El criterio económico, comercial rige el poema. Habla de precio, ganancia, de comprar y vender, de pagar, de comerciar y apreciar mercancías, de buscar e importar, de producir y consumir. Muy poco poético para nuestro gusto y para quien ha gustado el Cantar de los Cantares. El libro de Rut, con toda su preocupación legal, es más emotivo, por no mencionar historias patriarcales. 

De esta mujer se señalan las manos, las palmas, el brazo: su actividad. Si se sienta, es para hilar, después teje lo hilado y vende lo tejido, con cuyo producto compra alimentos y lo invierte en terrenos. Se acuesta tarde, se levanta temprano, atiende a la servidumbre. 

Entre tanto ¿qué es lo que hace el marido? Atiende a los asuntos públicos como concejal. Cuando vuelve a casa, no descansa con su mujer, como el Salomón de Sab 8,16. La falta de otras cualidades es más llamativa en un prontuario completo, de la alef a la tau. Podemos dar una explicación contextual: el poema es el final de un libro cuarenta veces más amplio, en el cual recurre con diversos aspectos el tema de la mujer. Hay que leer estos versos con otros dispersos, especialmente con 5,15-19. 

31,10 Autores antiguos, en traducción mimética del latín, la llamaron "mujer fuerte" exaltando su fortaleza o entereza. Véanse 18,22; Eclo 7,23; 36,29. 

31,11 Los "despojos" suelen tener carácter militar, fruto de saqueos. 

31,12 Adquirir tal mujer ha sido buena inversión, que ella paga con bienes materiales y no sólo con agradecimiento sentimental. 

31,13 Según Os 2,7.11 es el marido quien procura lana y lino. 

31,14 Como no faltarían alimentos en casa, los importados serían exóticos, exquisitos. Pero se trata de una comparación. 

31,15 Un hemistiquio es sospechoso. 

31,16 Habla del "fruto de sus manos" y no del fruto del vientre. 

31,17 Es el ceñidor del trabajo, "haldas en cinta"; la elegancia llegará en otra ocasión. 

31,18. El salmo 127 tiene otras ideas sobre el trabajar trasnochando. 

31,19-20 La diligencia del ama de casa se ocupa de la beneficencia. Véanse Dt 15,11; Is 58,1-12. 
31,23 Véase el desarrollo de Job 29,7-21. Quizá el discípulo se prepare para desempeñar funciones semejantes. 

31,25 Si el vestido cubre y ennoblece, mucho más unas cualidades que brotan del interior y envuelven a toda la persona. 

31,26 Combina felizmente sensatez con bondad. Los destinatarios de su instrucción podrían ser los hijos: 1,8; 6,20. 

31,28. Ha terminado su papel. Cae el telón y sale a recibir los aplausos. 

31,29 La expresión es ambigua. "Reunieron riquezas": según Dt 8,17; Ez 28,4; Rut 4,11; "hacer proezas": según 1 Sm 14,48; Sal 60,14-30. Toma la palabra el poeta. No desprecia la belleza, la devalúa comparativamente para prevenir contra su fascinación inmediata. Como Eclo, que la alaba en 26,16-18 y previene en 25,21. El supremo valor de la mujer ideal es la religiosidad.


Se puede preguntar si esta figura personifica a la Sensatez o simboliza a la matrona Jerusalén. Creo que eso es fruto de lecturas posteriores.

CAPÍTULO 30.



30 Máximas de Agur, hijo de Yaqué, el masaíta.

1Oráculo del varón: Me he fatigado, oh Dios,
me he fatigado y desisto;
2porque soy un bruto, menos que hombre,
y no tengo inteligencia humana,
3no he aprendido a ser sensato
ni he llegado a comprender al Santo.
4¿Quién subió al cielo y luego bajó?,
¿quién recogió el viento en una ambuesta?,
¿quién encerró el mar en la capa?,
¿quién fijó los confines del orbe?
¿Cuál es su nombre y su apellido,
si lo sabes?
5Cada palabra de Dios es acendrada,
él es escudo para los que se refugian en él.
6No añadas nada a sus dichos,
no te arguya y aparezca tu fraude.
7Dos cosas te he pedido a ti;
no me las rehúses mientras viva:
8alejja de mí falsedad y mentira;
no me des riqueza ni pobreza,
concédeme mi ración de pan;
9no sea que me sacie y reniegue de ti,
diciendo: ¿Quién es el Señor?;
no sea que necesitado robe
y abuse del nombre de mi Dios.
10Na calumnies al siervo ante su amo:
te maldecirá y serás castigado.
11Gente que maldice a su padre
y no bendice a su madre,
12gente que se considera limpia
y no se lava su inmundicia,
13gente de ojos engreídos
y mirada altanera,
14gente con navajas por dientes
y cuchillos por mandíbulas,
para extirpar de la tierra a los humildes
y del suelo a los pobres.
15La sanguijuela tiene dos hijas:
«Darne, Dame».
Tres cosas hay insaciables
y una cuarta que no dice «Basta»:
16el Abismo, el vientre estéril,
la tierra que no se harta de agua,
el fuego que no dice «Basta».
17AI que se burla de su padre
y rehúsa obediencia a su madre,
que le saquen los ojos los cuervos
y se los coman los buitres.
18Hay tres cosas que me rebasan
y una cuarta que no comprendo:
19el camino del águila por el cielo,
el camino de la serpiente por la peña,
el camino de la nave por el mar,
el camino del varón por la doncella.
20Así procede la adúltera:
come, se limpia la boca y dice:
«No he hecho nada malo».
21Por tres cosas tiembla la tierra
y la cuarta no la puede soportar:
22siervo que llega a rey,
villano harto de pan,
23aborrecida que encuentra marido,
sierva que sucede a su señora.
24Cuatro seres hay pequeños en el mundo
más sabios que los sabios:
25las hormigas, pueblo débil
que reúne de comer en verano;
26los tejones, pueblo sin fuerza
que hace madriguera en las peñas;
27las langostas, que no tienen rey
y avanzan todas en formación;
28las lagartijas, que se agarran con la mano
y entran en palacios reales.
29Hay tres seres de buen andar
y un cuarto de buen caminar:
30el león, el más valiente de los animales,
que no retrocede ante nadie;
31el apretado de lomos, el macho cabrío;
el rey al frente de su ejército.
32Si te has engreído, por irreflexión o aposta,
mano a la boca:
33aprietas la leche y sale manteca,
aprietas la nariz y sale sangre,
aprietas la ira y salen riñas.

30,1 a En este capítulo, con nueve versos del siguiente, tenemos la novedad de autores extranjeros, de formas nuevas y apunta una crítica de la actividad sapiencia!. 

30,1-14.(15-33) Sexta colección. Atribuida a un extranjero. Es un bloque heterogéneo. 

30,1 b Este enigmático verso ha originado muchas hipótesis. 8i tomamos las palabras como nombre propio, dice "de / para Itiel y Ukal". Leyendo palabras con significado: a) vocalizando 10: "ojalá esté Dios conmigo, y podré"; b) leyendo el verbo la 'a: "me he fatigado y lo he conseguido"; c) una variante leyendo negación: "me he fatigado y no he podido", o sea "qué fatiga inútil"; d) leyendo el verbo kala: " ... y he concluido". 

30,2-3.También estos versos son discutidos, según el valor que se asigne a la subordinada y la extensión que se asigne a la negación. Resultado: a) " ... aunque soy ... logré .. .", b) " ... pues soy ... no logré ... ", c) " ... porque soy... pero logré". He escogido apoyado en otros textos sapienciales afines. 

30,4 Creo que sigue hablando el maestro lanzando preguntas retóricas que recuerdan a Is 40,12 y Bar 3,29s. El nombre del hijo es el apellido: no existe entre los hombres, no se conoce su nombre, quien dé razón de las preguntas. 

30,5-6 La respuesta a tales preguntas es la palabra de Dios, la revelación; esa palabra no tiene escoria, Sal 12,7; 18,31, ni mengua, el hombre no debe manipularla: Dt 4,2; 12,32. 

30,7-9 Todos los pecados mencionados tienen que ver con la palabra: falsedad y mentira, frases desafiantes y arrogantes, nombrar al 8eñor en vano. Riqueza y pobreza se entienden primero en sentido propio. Por una ley del paralelismo los dos peligros afectan a los dos sujetos: de la riqueza se sigue saciedad, satisfacción, confianza propia, desprecio de Dios, abuso de su nombre; de la pobreza, el robo, la protesta contra Dios, el maldecir su nombre. Compárese con Flp 4,12 Y 1 Tim 6,8. 

30,10 Por el tema es extraño en este contexto. El siervo está en posición de inferioridad frente al amo y ante los tribunales; difícilmente puede defenderse y ser creído. No le queda más que maldecir, o invocar el castigo de Dios. 

30,11-14 En esta cadena tocamos la constatación pura, sin predicado ni verbo. El simple enunciar pone al descubierto, anuncia y denuncia. Algunos comentaristas se empeñan en arreglarlo con vocativos o cópula. 

30,11 El tema se lee en la legislación: Lv 20,9; Dt 27,16, en los profetas: Ez 22,7; en este libro: 20,20; 28,24. 

30,12 Vale en sentido físico inmediato y más en sentido ético: 20,9. 

30,13 Véase 6,17 e Is 2,11 en su contexto. 

30,14 Emplean la palabra como arma mortífera, y sus víctimas son pobres indefensos; véanse 8aI57,5; Job 29,17. 

30,15-33 Séptima colección. Muchos la separan de la precedente por el estilo dominante. 

30,15a Aquí empieza una serie de proverbios numéricos. El primero es de factura excelente: escueto, descriptivo, irónico. En poquísimo espacio abarca un inmenso campo de aplicación, pues la sanguijuela funciona como emblema de codicia. 

30,16 Sospecho que esta cuaterna está recargada con explicaciones innecesarias. Hágase la prueba de enumerar escuetamente los cuatro seres. El Abismo incansable se traga a los difuntos, 27,20, el vientre estéril es vida muerta, la tierra insaciable es la estéril y árida, el fuego es mortífero. Los cuatro insaciables y destructivos. 

30,17 Por el tema va con el v. 11, con una terrible imprecación. Compárese con Eclo 3,16 en su contexto. 

30,18-19 Una joya poética sobre el amor conyugal, cargada de sugestiones. Se ofrece al gozo poético más que a un análisis conceptual. Lo obvio resulta incomprensible. Más que las tres paradojas de la naturaleza, vuelo, deslizarse y navegación, en sus respectivos elementos, el misterio de la atracción de los sexos. El amor es un camino siempre renovado, más que un estado. 

30,20 La descripción de la comida es de doble filo. Por una parte indica el carácter intrascendente, normal y consabido: ¿qué mal hay en comer?; por otra parte apunta figurativamente al acto sexual. Véanse las imágenes hirientes de Eclo 26,12 describiendo a la moza impúdica. 

30,21-23 Hay que suponer una sociedad con muy poca movilidad, en la que los oficios y estado social marcan inmutablemente. Vuelcos sociales repentinos son un verdadero terremoto, como dice Ecl1 0,5-7. La gebira es la señora y también la reina madre: ¿sugiere que el hijo de una esclava concubina llega a reinar? No parece pensar en los casos de José, noble por naturaleza, o de Jeroboán, capataz de trabajadores. El título de villano coincide en hebreo con el nombre de Nabal: 1 Sm 25. El tercer caso supone una soltera nada deseable o una casada repudiada. 

30,24-28 Aquí los animales sientan cátedra con eso que nosotros llamamos eruditamente instinto, y que para el Eclesiástico 1,10 era una participación peculiar en la sabiduría. Los cuatro seres compensan con su habilidad lo que les falta en tamaño y fuerza. De las hormigas ha hablado 6,8; el tejón figura en Sal 104,18; de la langosta nos da una descripción en clave militar JI 2,4-8; la identificación del cuarto es dudosa, pero comúnmente admitida. No es necesario corregir el texto de su privilegio. 

30,29-31 La cuaterna es sencilla, pero contiene dos datos dudosos que son: identificar al "apretado de lomos" y el vocablo que he traducido conjeturalmente por "ejército". El primero y el último lugar lo ocupan el león entre los animales, el rey entre los hombres. Un caminar bello expresa vigor y valentía. 

30,32-33 Soberbia o insolencia pueden venir por falta de prudencia o por sobra de cálculo. En ese momento lo mejor es callar. El peligro de desfogarse es grande y las consecuencias graves. El desarrollo contiene un par de juegos de palabras: 'ap es la nariz y 'appaym es la cólera, cuya sede es la nariz; hem'a es manteca, y el homófono hema es cólera. De la arrogancia se pasa a la cólera, de la cólera a la riña, la riña acaba en sangre.

CAPÍTULO 29.



29 1El hombre reacio a las reprensiones
fracasará de improviso y sin remedio.
2Cuando gobiernan los honrados
se alegra el pueblo,
cuando mandan los malvados
se queja el pueblo.
3El que ama la cordura alegra a su padre,
el que se junta con rameras
disipa su fortuna.
4Un rey justo hace estable el país,
el que lo carga de impuestos lo arruina.
5El hombre que adula a su compañero
tiende una red a sus pasos.
6El crimen del malvado es un lazo;
el honrado canta de alegría.
7El justo atiende a la causa del desvalido,
el malvado no comprende nada.
8Los provocadores agitan la ciudad,
los juiciosos calman los ánimos.
9Cuando el docto pleitea con el necio,
tiembla y ríe y no descansa.
10Los sanguinarios odian al hombre de bien,
los malvados lo persiguen a muerte.
11El necio desfoga toda su pasión,
el cuerdo acaba por aplacarlo.
12El gobernante que hace caso de embustes
tendrá criminales por ministros.
13El pobre y el usurero se encuentran:
da luz a los ojos de ambos el Señor.
14Cuando un rey
juzga lealmente a los desvalidos,
su trono está firme por siempre.
15Palos y reprensiones meten en razón,
muchacho consentido
avergüenza a su madre.
16Cuando mandan los malvados
aumentan los crímenes,
pero los honrados mirarán cómo caen*.
17Corrige a tu hijo y te dará descanso
y manjares para tu apetito.
18Donde no hay profeta, el pueblo se desmanda;
dichoso el que guarda la ley.
19Sólo con palabras no escarmienta el siervo,
aunque entienda no responde.
20 ¿Has observado a un hombre atropellado
al hablar?
Pues más se puede esperar de un necio.
21El que consiente al esclavo
cuando muchacho,
al final lo lamentará.
22Hombre colérico atiza las pendencias,
el iracundo muchedumbre de crímenes.
23La soberbia de un hombre lo humillará,
el humilde conservará su honor.
24El que va a medias con el ladrón
se odia a sí mismo:
requerido bajo pena no lo denuncia.
25El que teme a los hombres caerá en el lazo,
el que confía en el Señor será inaccesible.
26Muchos buscan el favor del que manda,
pero la sentencia viene de Dios.
27El criminal es aborrecido por los justos,
el hombre recto es aborrecido por el malvado.

29 Identificamos en este capítulo varios proverbios referidos a la política o reductibles a ella, y otro grupo de proverbios domésticos. Se aprecia el mismo artificio que en el capítulo precedente en la composición de paralelismos. 

29,1 El tema nos ha salido repetidas veces porque pertenece a la sustancia de la disciplina sapiencial. El terco se encierra a sí mismo y se entrega fatalmente a su destino. 

29,2 Enlaza con 28,12.28 y se prolonga en el v. 16. El gobierno está en función del pueblo, especialmente de los necesitados, como enseña el salmo 73. 

29,3 Por el paralelismo, el amor a la Cordura tiene carácter conyugal: Eclo 14,20-15,10; 51,13-19; Sab 8. La pasión sexual es incompatible con el cultivo de la sensatez. Ilustra las consecuencias Lc 15,13.30. 

29,4 Otros en vez de "impuestos" traducen dones, es decir, soborno. La historia de Roboán puede servir de ilustración; véase el estatuto de la corona en 1 Sm 8; el Deuteronomio inculca moderación en los gastos reales: 17,16-18. El proverbio se puede aplicar a monarcas extranjeros. 

29,5 Es correlativo del v. 1. La adulación halaga y enreda al hombre. Ni con buena voluntad debe hacerse, pues causa más daño que agrado. "Halagar con la boca y herir con la cola", "Can que mucho lame saca sangre". 

29,6 Respetando el texto masorético admite varias interpretaciones: a) el malvado cae en el lazo que echa, el honrado lo celebra; b) el malvado echa un lazo al inocente, éste se libra y lo celebra; c) el malvado pone una trampa, el honrado escapa, el malvado cae en ella, el honrado lo celebra. 

29,7 Causa en sentido judicial. Desvalidos son los que, teniendo derecho, no lo pueden hacer valer; necesitan un valedor frente a los opresores. 

29,8 Esos provocadores son los cínicos insolentes, que agitan o atizan como fuego la ciudad. Pueden recordarse Abimelec y Gaal en Jue 9. 

29,9 En su aparente sencillez se presta a varias interpretaciones al asignar sujeto a la segunda parte: a) el cuerdo: cuando disputa o pleitea con el necio, siente rabia, risa y no saca nada en limpio; b) el necio: pasa de la cólera a la burla y no sabe comportarse con serenidad; e) el público que asiste: está en vilo y se divierte. 

29,10 Corrijo "rectos" en "malvados" para que haga sentido aceptable: compárese con Sab 2,12-20. 

29,11 Tomo los miembros como correlativos. Un refrán nuestro dice: "El caldo en caliente, la injuria en frío". 

29,12 Porque los difamadores y fraudulentos irán desbancando a los honestos para ocupar sus puestos. En el reino de la mentira no hay coordenadas para orientarse. Muy feliz Eclo 10,2; véase el espejo de príncipes, Sal 101. 

29,13 Muy parecido a 22,2. El usurero es el explotador profesional de los necesitados. Ambos se encuentran en acción recíproca: pidiendo, estrujando. Pero en cuanto hombres a los dos les da Dios la luz de la vida y se ocupa de ellos; compárese con Mt 5, 45; 14,14. Empalma con los versos 2 y 7. Coincide con la visión del rey ideal, Sal 73. Véanse 16,22; 25,5. 

29,15 Tiene numerosos paralelos. Se puede ilustrar con la historia de Elí y sus hijos, 1 Sm 2-3. Del ámbito doméstico pueden pasar al dinástico. 

29,16 Aumentan los crímenes de los jefes, de sus ministros y de la población. Léase la descripción de Ez 22. 

29,17 Es complemento del v. 15. El hijo bien educado, no sólo sustenta a sus padres, sino que les procura alimento sabroso. Sirve de imagen a toda clase de satisfacciones. 

29,18 Tomo el hebreo "visión" en su sentido clásico de profecía, cfr. 2 Sm 24,11. Es una presencia inesperada en estas páginas sapienciales. El verbo "se desmanda" se lee en el episodio del becerro de oro, Ex 32,25. 

29,19 Véase una amplificación en Eclo 33,25-30. 

29,20 Como el vocablo hebreo significa palabra y asunto, podemos entender el proverbio del hombre que habla en seguida, aun a destiempo, o del que no planea ni respeta las etapas de ejecución. "Hablar sin pensar es tirar sin apuntar". 

29,21 Complemento del v. 19. 

29,22 Compárese con 15,18 y 26,21. 

29,23 Véanse 11,2; 16,18; Eclo 10,6-18. 

29,24 Se ha de entender a la luz de la legislación de Lv 5,1. Es lógico que el cómplice no lo denuncie, con lo cual incurre en otro delito. "Ir a medias": 1,14; Is 1,23. 

29,25-26 Intimidación y seducción son dos armas humanas de las que defiende la confianza en el Señor: Jr 1,17; Mt 10,18. Estará en alto como ciudad inexpugnable: 18,10s. La "sentencia" favorable, que debe esperar de Dios y no del favor del juez. O la sentencia que decide el estino de cada uno. Por mucho que sepa y haga el hombre, la sentencia inapelable compete a Dios. 

29,27 Dos realidades inconciliables, sin matices ni medias tintas: Sal 139,21s; 2 Cor 6,14s.