miércoles, 2 de enero de 2013

CAPÍTULO 1.



1 1Proverbios de Salomón,
hijo de David, rey de Israel,
2para adquirir sensatez y educación,
para entender máximas inteligentes,
3para obtener una educación acertada:
justicia, derecho y rectitud,
4para enseñar sagacidad al incauto,
saber y reflexión al muchacho
5-lo escucha el sensato y aumenta el saber,
el inteligente adquiere destreza-
6para entender proverbios y refranes,
máximas y enigmas.
7Respetar al Señor es el principio del saber;
los necios desprecian la sensatez
y la educación. 

Exordio 

8Hijo mío, escucha los avisos de tu padre,
no rechaces las instrucciones de tu madre,
9pues serán hermosa diadema en tu cabeza
y collar en tu garganta.
10Hijo mío, si intentan engañarte
los pervertidos, no accedas.
11Si te dicen: «Vente con nosotros,
a poner insidias mortales
y acechar al inocente sin motivo;
12nos lo tragaremos vivo, como el abismo;
enterito, como a los que bajan a la fosa;
13Obtendremos magníficas riquezas
y llenaremos nuestra casa de botín.
14Comparte tu suerte con nosotros,
tendremos una bolsa común».
15Hijo mío, no los acompañes en su camino;
retrae los pasos de su senda,
16porque sus pies corren a la maldad
y se apresuran a derramar sangre.
17Que «en vano se tiende una red
a la vista de seres que vuelan».
18Sus insidias serán mortales para ellos,
acechan contra sí mismos.
19Tal es la suerte de la codicia desmedida,
que quita la vida a su dueño. 

Pregón de la Sensatez 

20La Sensatez pregona por las calles,
en las plazas levanta la voz;
21 grita en lo más ruidoso de la ciudad,
y en las plazas públicas pregona:
22«¿Hasta cuándo, inexpertos,
amaréis la inexperiencia,
y vosotros, insolentes,
os empeñaréis en la insolencia,
y vosotros, necios, odiaréis el saber?
23Volveos a escuchar mi reprensión,
y os abriré el corazón
comunicándoos mis palabras.
24OS llamé, y rehusasteis;
extendí la mano, y no hicisteis caso;
25rechazasteis mis consejos,
no aceptasteis mi represión;
26pues yo me reiré de vuestra desgracia,
me burlaré cuando os alcance el terror.
27Cuando os alcance como tormenta el terror,
cuando os llegue como huracán
la desgracia,
cuando os alcance la angustia y la aflicción,
28entonces llamarán, y no los escucharé;
me buscarán, y no me encontrarán.
29Porque aborrecieron el saber
y no escogieron el respeto del Señor;
30no aceptaron mis consejos,
despreciaron mis reprensiones;
31comerán el fruto de su conducta,
y se saciarán de sus planes.
32La rebeldía da muerte a los reflexivos,
la despreocupación
acaba con los imprudentes;
33pero el que me obedece vivirá tranquilo,
seguro y sin temer ma
l alguno».

1-9 Primera colección. Se distingue por las instrucciones de cierta amplitud y por los discursos de la Sensatez personificada. Se considera la última cronológicamente. 

1,1-7 Después del título y el autor, esta introducción al libro recoge entrelazados: funciones del libro, géneros literarios, cualidades o valores sapienciales. Las funciones se expresan con "para": con una repetida, salen cinco. En las cualidades, el autor busca la acumulación más que la diferenciación. Los intentos por establecer una terminología diferenciada han sido especulación etimológica o proyección de hábitos nuestros; el libro se encarga de hacer fracasar tales intentos; el término más genérico es hokma, que traduzco preferentemente por "sensatez". Hay una terna ética. Los géneros literarios tampoco están bien diferenciados. Apenas se distinguen "máximas inteligentes" y "máximas de doctores", mashal es el término más genérico, que abarca todo; refranes y enigmas son específicos. 

1,2 No se trata de estudio teórico, sino de educación y formación. Siendo las máximas escuetas, a veces elípticas, se requiere el esfuerzo y hábito de comprensión. 

1,3 O bien: para saber acertar en la vida. 

1,4 Estas dos cualidades son bivalentes: cauto o taimado, ponderación o intriga. Aquí tienen valor positivo.

1,5 También el hombre experto sacará provecho de estas máximas. Incluso se le invita a aportar su contribución. Véanse Eclo 21,15; 39,2s. "Destreza" es en sentido original el arte de timonear. Recoge la imagen Sant 3,4; de la instrucción de Amenemope: "No timonees con la lengua; si la lengua es el remo, el Señor del universo es el piloto". 

1,7 Concluye el prólogo del libro con el gran principio que ancla toda la sabiduría y razón humana en su espacio religioso. El "respeto a Dios" realiza la trascendencia del hombre. La religiosidad es el principio y lo principal, en-cabeza-miento y re-capit-ulación, cifra y síntesis. 

1,8-19 Con ésta comienza la serie de instrucciones típicas de la primera colección. Después de un exordio de dos versos, siguen dos estrofas de cinco versos, introducidos anafóricamente por "hijo mío". La primera estrofa está ocupada por la invitación seductora de los malvados; la segunda propone motivaciones. 

1,8-9 Los padres se dirigen al hijo ofreciéndole una instrucción familiar para cuando comience a independizarse en la vida. Es una instrucción ética, no de escuela ni explícitamente religiosa. Tampoco apelan expresamente al mandamiento del decálogo. Son ellos quienes evocan la acción de los malvados. 

1,11-14 Este discurso tiene extrañas resonancias, temáticas y verbales, de textos de conquista: eliminación, botín y riquezas, echar suerte y compartir la posesión. Sólo que el sentido se invierte, porque está ausente toda consideración ética. El v. 12 llega al extremo con la referencia al abismo o la fosa, que es el reino de la muerte: Nm 16,31-33; Hab 2,5. La codicia e injusticia hacen al hombre "infernal", porque atentan contra la vida del inocente. 

1,16 Véase Is 59,7 en su contexto.


1,17 Parece cita de un refrán cuyo sentido exacto desconocemos. Propongo la siguiente explicación: aunque los malvados tienden redes al inocente, Sal 9,16; 10,9; 25, 15 etc., éste, instruido por sus padres, las descubre, se libra de ellas y escapa volando.


1,18-19 Según doctrina tradicional, el plan malvado se vuelve contra su autor, en una especie de ley del talión.


1,20-33 Ya no hablan los padres, sino Sabiduría o Sensatez personificada. Pronuncia un discurso retórico, como muestran varios recursos formales: interrogación retórica, imperativos, argumentación encadenada, amplificación por sintagmas paralelos no progresivos, exordio intenso y peroración invocando principios. Si bien el discurso es sapiencial, suena a predicación profética. Habla de conversión opuesta a rebeldía, como Jeremías; extender la mano, Is 65,2; también yo, Is 66,4; "angustia y aflicción", Is 30,6, las formas de amonestación y amenaza, el estilo de sentencia
judicial, la peroración con doble alternativa, Is 1
,20. Sensatez predica en público como mediadora de Dios, con autoridad divina. Exordio y peroración invitan en el presente y para el futuro a una vuelta posible y necesaria. El cuerpo del discurso habla del pasado y pronuncia ya la sentencia. Para armonizar estos datos podemos pensar que 23-31 contienen el discurso futurible, que pronunciará Sensatez si ahora los oyentes no hacen caso. La respuesta actual justificará el discurso.

1,20 Sensatez es una figura femenina que se ha echado a la calle a repetir su pregón; véase la mujer "hábil" de 2 Sm 20. 

1,21 Los sitios más ruidosos son los más concurridos; por encima del barullo ella impone su voz. Este pregón contrasta con la instrucción doméstica o de escuela: es enseñanza popular. 

1,22 Tres tipos en el público. Los "inexpertos" todavía pueden decidirse a aprender. Los necios se cierran al saber. El insolente o cínico desprecia burlonamente el sermón. Son actitudes voluntarias y culpables, que la pregonera intenta doblegar. 

1,23 Volverse es movimiento de conversión. Paralelo de "reprensión" y "palabra"; es abrir el corazón, a la letra "proferir el aliento", Job 7,11; 20,3. 

1,24-25 Cuádruple llamada y cuádruple negativa: Is 65,2.12; 66,4; Jr 7,13.

1,26-27 Parecen algo recargados. La Sensatez no ejecuta el castigo, sino que deja llegar las consecuencias de una conducta y las aprueba con una sonrisa. Parece cruel, y lo es, porque ha pasado el tiempo de la compasión. La imagen avisa de la urgencia decisiva de las elecciones humanas. Además avisa de antemano. 

1,27 Jr 30,23s. 

1,28 Es la pena del talión. 

1,29-30 Nueva cuaterna, variación de 24s. Entre ambas agrupan una serie de sinónimos o complementarios. Es importante el paralelismo de "saber" y "respeto del Señor". 

1 ,31 Responde a 26a. La conducta produce, casi vegetalmente, sus frutos. El árbol es uno mismo y cada uno come de lo que cultiva: 6,19; 12,14; 13,2; Is 3,10. 

1,32-33 La peroración opone obediencia a rebeldía, y con menos rigor, una seguridad auténtica a la falsa paz de una mala conciencia o de una ignorancia culpable.

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