miércoles, 16 de enero de 2013

CAPÍTULO 16.



16 1El hombre se prepara por dentro,
el Señor le pone la respuesta en los labios.
2A uno le parece limpia toda su conducta,
pero es el Señor quien pesa las conciencias.
3Encomienda al Señor tus tareas,
y te saldrán bien tus planes.
4El Señor da a cada obra su destino,
también al malvado: el día funesto.
5El Señor aborrece al arrogante,
tarde o temprano no quedará impune.
6Bondad y verdad reparan la culpa,
el respeto del Señor aparta del mal.
7Cuando el Señor
aprueba la conducta de un hombre
lo reconcilia con sus enemigos.
8Más vale poco con justicia
que muchas ganancias injustas.
9El hombre planea su camino,
el Señor le dirige los pasos.
10Hay un oráculo en los labios del rey:
su boca no yerra en la sentencia.
11Los platillos de la balanza son del Señor,
todas las pesas son obra suya.
12El rey aborrece el obrar mal,
porque su trono se afianza con la justicia.
13El rey aprueba unos labios sinceros
y ama a quien habla rectamente.
14La ira del reyes heraldo de muerte,
el hombre sensato logra aplacarIa.
15El rostro sereno del rey trae vida,
su favor es nube que trae lluvia.
16Mejor es comprar sabiduría que oro,
más vale comprar prudencia que plata.
17Calzada llana es apartarse del mal;
quien vigila su camino guarda su vida.
18Delante de la ruina va la soberbia,
delante de la caída va la presunción.
19Más vale ser humilde con los pobres
que repartir botín con los soberbios.
20Al que mide sus palabras le irá bien,
dichoso el que confía en el Señor.
21El hombre juicioso tiene fama de prudente,
hablar con dulzura aumenta la persuasión.
22Fuente de vida es la sensatez
para el que la posee,
la necedad es castigo del necio.
23A mente sensata, boca discreta;
sus labios aumentan la persuasión.
24Panal de miel son las palabras amables,
dulzura en la garganta, salud de los huesos.
25Hay caminos que parecen derechos
y van a parar a la muerte.
26El hambre del obrero trabaja por él,
porque su boca 10 estimula.
27Hombre depravado cava zanjas funestas
y lleva en los labios fuego abrasador.
28Hombre tramposo provoca riñas,
el que anda con cuentos
se enajena al amigo*.
29Hombre violento seduce a su prójimo
y lo guía por mal camino.
30Quien guiña un ojo medita engaños,
quien frunce los labios ya ha hecho el mal.
31Noble corona son las canas:
se encuentran en el camino de la justicia.
32Más vale paciencia que valentía
 y dominarse que conquistar una ciudad.
33Las suertes se agitan en el regazo,
pero la sentencia viene del Señor.

16 Es notable en este capítulo la presencia del Señor, varias veces en contraste con el hombre y afirmando su soberanía. Un bloque menor, engranado con el precedente, está dedicado al rey.

16,1 Conviene leerlo con 15,28a. No especifica el campo de la respuesta, pero podría llegar al carácter profético, como en el caso de 8alaán: Nm 23,5.12.16. Y más allá, al testimonio evangélico: Mt 10,19; Lc 12,11; 21,14. 

16,2 Se podría leer la primera parte como concesiva. Opone conducta a conciencia. Véase 1 Cor 4,4. 

16,3 El imperativo, como en castellano, equivale a condicional. La última "consistencia" del proyecto consiste en su ejecución completa. Véase Sal 37,5. 

16,4 Dios hace sus obras con sentido, a cada una le corresponde en el plan de Dios una función y un destino particulares. ¿También al malvado?, pregunta alguien. Sí, su destino final es el día fatal. Véanse Ex 9,16; Eclo 39,21; Rom 9,22. 

16,5 La arrogancia es tema importante en la predicación profética. Véase el magnífico desarrollo de Is 2,6-22. "Nunca la soberbia subió al cielo". 

16,6 Admite varias interpretaciones la "bondad y lealtad": de Dios al hombre, para perdonar la culpa, Sal 51,3; Eclo 5,5s; del hombre a Dios, Os 6,4 (menos probable); del hombre al hombre, Miq 6,6-9. "Apartarse del mal": físico o ético (más probable), según 13,19; 16,17. 

16,7 Se puede ilustrar con ejemplos patriarcales: Gn 26,27s; 33,1 Os; 39,21; o del destierro 1 Re 8,50. 

16,8 La ganancia queda fuera, la honradez sale de dentro. "Antes poco y honrado que mucho y robado". 

16,9 Repite "hombre y mente" del v. 1, "camino" del v. 2, "disponer" del v. 3. Equivale al nuestro: "El hombre propone, Dios dispone". "Camino" puede simbolizar cualquier actividad. 

16,10 De hecho, la sentencia del reyes acatada como suprema, recibida como definitiva, sentida como oracular. Véanse como ilustración Saúl, 1 Sm 10,7; Salomón, 1 Re 3,28; David, 2 Sm 14,17; Josafat, 2 Cr 19,6. Es una figura ideal que enuncia la enorme responsabilidad del rey. 

16, 11 Véase 11,1. Dios quiere garantizar los instrumentos de la justicia conmutativa. Ley física para regular la ley humana. 

16,12 No el poder ni el fasto. Véanse: para a, Sal 101; para b, 25,5; Is 16,5. 

16,13 Complementa el anterior abarcando también a los consejeros. Véase también el Sal 101. 

16,14 La cólera es aquí la indignación de quien ama con pasión la justicia, 2 Sm 12,6. Puede provocar una sentencia capital, como en el caso de Amán, Est 7,8s. Como ejemplo de acierto en calmar la ira, recordemos a Abigail ante David, 1 Sm 25,24-31, o a la mujer de Tecua, 2 Sm 14. 

16,15 Es lo contrario de la ira. La lluvia es el gran don celeste sobre el suelo del reino, Dt 11,1 Os. 

16,16 Tema favorito de la literatura sapiencial. Proverbio de actualidad perenne. La sensatez no se compra con oro o plata, Job 28; véase Sab 7,9. 

16,17 "Calzada llana": es aquella en que no se tropieza, se avanza con seguridad. 

16,18 Es un apunte plástico, como desfile de personajes. La secuencia sugiere consecuencia; completar con el antónimo de 15,33. 

16,19 Los contrarios están cruzados: pobres / soberbios, humilde / rico, sugiriendo necesarias correspondencias. 

16,20 Es dudosa la atribución de la "palabra": a) de Dios, significa la obediencia como paralelo de la confianza; b) propia: el hombre debe controlarla y después fiarse de Dios. Lleva al final la fórmula de bienaventuranza. 

16,21 En vez de "suave, dulce", algunos, con mínima corrección, leen "freno". No hace falta: véase EcI 12,10.

16,22 "Fuente de vida" o manantial. En la segunda parte es dudoso el predicado: castigo, escarmiento o escuela. Si lo primero, la necedad se vuelve contra él; si lo segundo, es una paradoja irónica.

16,23 Continuando el precedente: así brota hacia fuera la fuente y se reparte el agua fecunda.

16,24 La miel es término de comparación. Dulces y sanas para quien las escucha. 16,25 Repetición de 14,12.

16,26 La maldición del Génesis, trabajar para comer, se transforma en bendición al estimular la actividad humana. Nosotros decimos: "Más listo que el hambre" y "El hambre aguza el ingenio". 

16,27-29 Terna anafórica que junta tres categorías de hombres malvados: el canalla, el tramposo, el violento. 

16,27 Para a, véanse 26,27 y Sal 7,16. La segunda parte ofrece una imagen monstruosa, casi como la de Job 41,11-13. Sus palabras queman e incendian: véase Sant 3,6.

16,28 Sobre la murmuración, Eclo 5,14 y el desarrollo de 28,13-23. En la segunda parte tomo el singular como individual; algunos lo toman como colectivo y leen un sinónimo de a: dividen a los amigos.

16,29 Se trata de la seducción de y para la violencia, según 1,10 Y 3,31.

16,30 El proverbio quiere enseñar a distinguir a los hombres por gestos propios de su cultura (que no son los nuestros). Dice el refrán: "De ruin gesto nunca buen hecho".

16,31 Porque es la justicia la que asegura la longevidad, y la vejez era respetada, 20,29. "A canas honradas no hay puertas cerradas".

16,32 Los antiguos incluían la paciencia en el ámbito de la fortaleza. Paciencia es también atributo litúrgico del Señor. Dominarse es dominar la pasión. "¿Quién podrá con /a violencia? -La paciencia".

16,33 Alude a la ordalía o a las suertes, practicadas en Israel en diversas circunstancias: Lv 16,8; Jos 7; 1 Sm 14. El hombre provoca el azar, y Dios actúa por encima de él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario