miércoles, 2 de enero de 2013

CAPÍTULO 2.



Discurso del maestro 

2 1Hijo mío, si aceptas mis palabras
y conservas mis mandatos,
2prestando oído a la sensatez
y prestando atención a la prudencia;
3si invocas a la inteligencia
y llamas a la prudencia;
4si la procuras como el dinero
y la buscas como un tesoro,
5entonces comprenderás el respeto del Señor
y alcanzarás el conocimiento de Dios.
6Porque es el Señor quien da la sensatez,
de su boca proceden saber e inteligencia;
7Él atesora acierto para los hombres rectos,
es escudo para el de conducta intachable,
8guarda el camino del deber
y custodia la senda de sus fieles.
9Entonces comprenderás la justicia y el derecho,
la rectitud y toda conducta buena,
10porque entrará en tu mente la sensatez
y sentirás gusto en el saber,
11la sagacidad te guardará,
la prudencia te protegerá
12para librarte del mal camino,
del hombre que habla perversamente,
13de los que abandonan el sendero recto
para seguir caminos tenebrosos,
14de los que gozan haciendo el mal
y se alegran de la perversión,
15siguen senderos tortuosos
y sendas extraviadas;
16para librarte de la ramera,
de la prostituta que halaga con sus palabras,
17abandonó al compañero de su juventud,
olvidó la alianza de su Dios;
18su casa se inclina hacia la muerte,
sus sendas hacia el país de las sombras;
19los que entran allí no retornan,
no alcanzan la sendas de la vida.
20Para que sigas el buen camino
y te mantengas en sendas honradas,
21porque los rectos habitarán la tierra
y los íntegros permanecerán en ella;
22mientras que los malvados
serán expulsados de la tierra
y los pérfidos serán arrancados de ella.

2 El capítulo segundo es una fenomenal construcción sintáctica, realizada con el uso de partículas y repeticiones como signos articulatorios. Un enrejado artificioso y riguroso intenta sujetar los materiales principales del universo sapiencial. 

a) Lo estrictamente sapiencial: sensatez, prudencia, inteligencia, acierto, sagacidad, saber, conocer. b) Lo ético: rectitud, recto, bueno, íntegro, derecho, justicia, camino, senda, caminar, entrar; malo, pervertido tinieblas, torcido, extraviado, malvado, traidor, extraña, desconocida. c) Lo religioso: respeto del Señor, conocimiento de Dios, leal, alianza divina. d) Lo existencial (éxito / fracaso): atesorar, custodiar, guardar, escudo, librar, habitar, quedar; a la muerte, a las sombras, no vuelve, no viven, ser expulsado, ser arrancado. El capítulo tiene mucho de recapitulación. 

Hablan tres personas o grupos: el padre o maestro, el malvado, la ramera. Sus discursos se oponen, pero el discurso del maestro engloba el resto, cita, controla y neutraliza las enseñanzas contrarias. Voy a tratar esta unidad dividiéndola en seis capítulos de 4 + 4 + 3, 4 + 4 + 3 versos. 

2,1-4 La primera estrofa está compuesta de prótasis condicionales. El padre o maestro habla y manda con autoridad. El discípulo debe prestar su colaboración. Primero escuchando dócilmente, después llamando, finalmente buscando. El orden de las condicionales no es cronológico; presentan aspectos diversos o complementarios. 

2,5-8 La segunda estrofa contiene una apódosis con su motivación. Introduce el tema religioso. Sensatez y prudencia no son resultado automático de un esfuerzo humano, sino don de Dios: Sab 8,21. Tenemos casi dos polos de religiosidad: respeto numinoso en un polo, conocimiento y trato en otro. Esta relación polar del hombre con Dios es la suprema sabiduría. "Fieles" o leales. 

2,9-11 La tercera estrofa añade una segunda apódosis de elementos éticos y sapienciales. La sensatez toma la iniciativa, como respondiendo a la llamada y búsqueda de los versos 3s. Después que la sensatez ha entrado en su nueva morada, dos personajes de su escolta montan afuera la guardia. 

2,12-15 La cuarta estrofa introduce una final o consecutiva de lo anterior en su capacidad liberadora. Van juntos el mal camino y el hombre que lo sigue, que "vuelca o pervierte" la norma recta. Por eso sigue un camino tenebroso: busca la oscuridad encubridora, Is 29,15; Job 24,15; 38,13.15. cae en la tiniebla fatal. Sienten el gozo maligno de obrar mal, como si el puro hacer mal causara placer. Grado altísimo de maldad y contumacia. 

2,16-19 En la quinta estrofa asoma por primera vez la ramera, que reaparecerá en esta primera colección. Se describen sus métodos, su maldad, sus consecuencias funestas. Quizá el matrimonio se consideraba como alianza sancionada por Dios. La mala mujer es doblemente infiel: al primer marido y a Dios. La presencia de la "casa" entre imágenes de camino se explica por la actividad del personaje. Las sendas de la vida son las que recorren los vivientes, que aseguran la vida auténtica. La exposición alcanza aquí su máxima gravedad: es cuestión de vida o muerte. 

2,20-22 La vida es un largo camino y la conducta el modo de caminarlo. La alternativa de 21s es la que propone el salmo 37. Lo que en el salmo se refiere a la tierra prometida, de acuerdo con las tradiciones de conquista y ocupación, el proverbio lo traslada al sentido de la tierra como morada de los vivos. Ser arrancado de ella equivale a morir. Compárese con Dt 11 ,8.16s.23.

No hay comentarios:

Publicar un comentario