Banquete
de la Sensatez
9 1La Sensatez se ha edificado una casa,
ha labrado siete columnas,
ha labrado siete columnas,
2ha matado
las reses, mezclado el vino
y puesto la mesa,
y puesto la mesa,
3ha despachado
a sus criadas a pregonarlo
en los puntos que dominan la ciudad.
4«EI que sea inexperto, venga acá;
en los puntos que dominan la ciudad.
4«EI que sea inexperto, venga acá;
al
falto de juicio le quiero hablar:
5Venid a comer de mis manjares
5Venid a comer de mis manjares
y a
beber el vino que he mezclado;
6dejad la inexperiencia y viviréis,
seguid derechos
6dejad la inexperiencia y viviréis,
seguid derechos
el
camino de la prudencia».
Destinatarios
7Quien
corrige al cínico se acarrea insultos;
quien reprende al malvado, desprecios;
quien reprende al malvado, desprecios;
8no reprendas
al cínico, pues te aborrecerá;
reprende al sensato y te querrá;
9instruye al docto, y será más docto;
enseña al honrado, y aprenderá.
reprende al sensato y te querrá;
9instruye al docto, y será más docto;
enseña al honrado, y aprenderá.
10EI
comienzo de la Sensatez
es respetar al Señor,
es respetar al Señor,
y conocer
al Santo es inteligencia.
11 «Por mí prolongarás tus días
11 «Por mí prolongarás tus días
y se te
añadirán años de vida;
12Si
eres sensato, lo eres para tu provecho;
si eres cínico, tú solo lo pagarás».
si eres cínico, tú solo lo pagarás».
Banquete
de la locura
13Doña Locura
es bullanguera,
la ingenua
no entiende de nada,
14está
sentada a la puerta de su casa,
en un asiento
que domina la ciudad,
15para gritar a los transeúntes,
15para gritar a los transeúntes,
a los que
van derechos por el camino:
16«El que sea inexperto venga acá;
16«El que sea inexperto venga acá;
al
falto de juicio le quiero hablar:
17El agua robada es más dulce,
17El agua robada es más dulce,
el pan
a escondidas es más sabroso».
18y no saben
que en su casa están los difuntos,
y sus invitados en lo hondo del Abismo.
y sus invitados en lo hondo del Abismo.
9 Si
apartamos la cuña de los versos 7-12, el capítulo está construido como un dístico
perfecto de dos personificaciones con marcadas contraposiciones. La Sensatez es
diligente y activa, la Necedad está sentada sin ocuparse de nada. La Cordura
toma la iniciativa para invitar, despacha a sus criados. La Necedad espera a
que pasen los transeúntes para interpelarlos. Una ofrece carne y vino, un
banquete; la otra pan y agua, fórmula proverbial. Una es patente y pública, la otra
furtiva y escondida. La Sensatez conduce a la vida, la Necedad a la muerte.
Por
efecto del contexto precedente, la Necedad ocupa el puesto que dejó la ramera.
Mientras la Sensatez se mantiene igual a lo largo de varios capítulos -compárense
1,20-22; 8,1-5; 9,3s-, la Necedad toma rasgos de la ramera. Compárense 5,8 con
9,14; 7,11 con 9,13; 5,6 con 9,13, y léanse en serie 2,18; 5,5; 7,27; 9,18. El
pan clandestino y el agua furtiva adquieren connotaciones sexuales, sobre todo
comparadas con las imágenes de agua en 5,15-19. En cambio, que Necedad se
presente como la diosa del amor, Istar, en un contexto cúltico, es hipótesis
poco fundada.
Resumiendo:
frente a la voz sonora y atractiva de la dama Cordura, ensaya su voz insinuante
y halagadora la "mujer ajena" o ramera, como antagonista temible y
despreciable. Al final ella se retira y cede el puesto a su pariente o aliada o
sosia Necedad, la cual se destapa y pronuncia un pregón público invitando a lo
clandestino. Sus palabras suenan a seducción amorosa.
9,1 En
el número siete han visto algunos una referencia a la arquitectura del libro. La
operación exige correcciones y además el número siete es demasiado común en la
literatura hebrea.
9,2 Si
los capítulos 1-9 son el último añadido al libro, la mesa abastada serían las otras
colecciones, ofrecidas en banquete.
9,3
Prov 1,20; 8,1 s.
9,4 Se
dirige personalmente, en singular.
9,6 Desde su casa endereza por el camino de la vida. Con el banquete comienza el itinerario.
9,7-12
Los opuestos son aquí el sensato y el cínico, el honrado y el malvado. Creo que
se sobreponen las figuras sapienciales y las éticas. No hay sensatez auténtica
sin moralidad; no hay cinismo libre de culpa. En medio se alza la esfera
religiosa, base de la Sensatez. Si el inexperto da esperanzas de corregirse, el
cínico arrogante, que desprecia burlonamente todo, no tiene remedio. Véase Eclo
21,12-15. Por su parte el sensato puede progresar indefinidamente, y por ello
vale la pena corregirlo e instruirlo. No sería sensato quien se considerase perfecto.
9,7
Empieza dirigiéndose al maestro o instructor, especialmente en su función más exigente
y delicada de corregir y reprender.
9,9 El
paralelismo no es pura repetición. Si el
comienzo es respetar al Señor, la sustancia es conocer al Santo. Sentido religioso
y vida espiritual centran toda la instrucción sapiencial.
9,11 Si
la Sensatez da sentido a la vida, la prolonga: 10,27; 14,27; 19,23.
9,13 En
vez de "ingenua", otros interpretan y traducen "lasciva,
disoluta".
9,14 Disponer
de un asiento suele ser señal de autoridad. Podemos imaginar una altura
conspicua en la ciudad, en ella una casa, a la puerta un asiento, en él Doña Locura.
9,16 Es
irónico escuchar a la Insensatez ofreciendo enseñanzas a los inexpertos. Remedo
ridículo de la invitación de la Sensatez.
9,17 Suena
como refrán autónomo. Su aplicación se extiende a muchos campos. Sobre el
carácter clandestino véase Eclo 23,18.
9,18 Sujeto
de saber es el mozo que cede a la tentación. Como una Circe que transformara a
sus huéspedes en animales, así Doña Necedad transforma a sus clientes en
difuntos, en "ánimas". No es la relación misteriosa del amor con la
muerte, sino la muerte como desenlace del mal amor. La casa edificada en lo
alto, está realmente en las profundidades abisal es de la muerte. Es sombrío y
terrible ese parentesco de la Necedad con la Muerte. Sobre él se cierra la primera
colección del libro.
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