sábado, 9 de febrero de 2013

CAPÍTULO 20.


20 1El vino es insolente, el licor es ruidoso;
quien pierde por él el tino
no se hará sensato.
2Como rugido de león el terror del rey:
quien lo irrita se juega la vida.
3Es un honor vivir sin pleitos,
pero el necio se enreda en disputas.
4En otoño no ara el holgazán,
en la cosecha pide y no hay.
5Agua profunda es un plan en la mente:
el hombre hábil lo sonsaca.
6Muchos tienen fama de bondadosos,
un hombre de fiar ¿quién lo hallará?
7Honrado es quien procede sin tacha:
dichosos los hijos que le sucedan.
8Un rey sentado en el tribunal
con su mirada avienta toda maldad.
9 ¿Quién podrá decir:
tengo la conciencia pura,
me he limpiado de pecados?
10Pesas desiguales, medidas desiguales:
las dos cosas las aborrece el Señor.
11Ya con sus acciones deja ver el muchacho
si su conducta será pura y recta.
12Oído que escucha, ojo que mira:
ambas cosas las hizo el Señor.
13No te aficiones al sueño,
que te empobrecerás;
despega los ojos y te saciarás de pan.
14«Malo, malo», dice el que compra;
después se aleja ponderando la compra.
15Está el oro y tantos corales,
y para joya valiosa unos labios prudentes.
16Quítale la ropa, sácale prendas,
pues salió fiador
de un extraño desconocido.
17Sabe dulce el pan sustraído,
después se llena la boca de guijos.
18Prepara tus planes aconsejándote
y haz la guerra con táctica.
19El que anda con cuentos revela secretos,
no te juntes con el de labios fáciles.
20Al que maldice a su padre y a su madre
se le apagará la lámpara
en plena oscuridad.
21Fortuna que comienza muy de prisa
al final no prosperará.
22No digas: «Me las pagará»;
espera en el Señor, que él te defenderá.
23El Señor aborrece pesas desiguales,
no es justa la balanza con trampa.
24EI Señor dirige los pasos del varón;
el hombre, ¿cómo puede discernir
su camino?
25Es tentación hacer sin más un voto
y después de prometido pensarlo.
26Rey prudente avienta a los malvados
y hace rodar la rueda sobre ellos.
27El espíritu humano es lámpara del Señor
que sondea lo íntimo de las entrañas.
28Misericordia y lealtad guardan al rey,
la misericordia asegura su trono.
290rgullo del joven es su fuerza,
honra del anciano son sus canas.
30Heridas y llagas purgan del mal;
golpes, lo hondo del vientre.

20.1 Aplica a la causa, por metonimia, los adjetivos del efecto. Véase la ingeniosa denuncia de ls 28,7-13 y la irónica descripción de Prov 23,29-35. "A mucho vino poco tino"; "De las uvas sale el vino y del vino el desatino".

20.2 Este reyes juez supremo y monarca absoluto. La calificación ética no está explícita. Lo puede ilustrar la historia de Ester.

20,3 El honor no consiste en ganar el mayor número de batallas legales, sino en abstenerse de ellas. El hombre sensato sabe que ganar un pleito es turbar la buena vecindad.

20,4 Véanse 10,14; 19,24; 21,25. "En otoño no ara el holgazán, en verano mendiga y no le dan".

20,5 "Profundo" equivale a escondido, inaccesible. La imagen es de un pozo del que saca agua el hombre hábil. Es un enunciado psicológico sugestivo. Y es un consejo doble: al que tiene algo que ocultar, para que no se deje sorprender; al que necesita averiguar, para que proceda con tacto y tino.

20,6 El primer hemistiquio es muy dudoso y ha dado lugar a enmiendas y conjeturas. Por la armonía con el segundo hemistiquio, prefiero "muchos alardean ... "

20,7 La honradez del padre redunda en los hijos: por el ejemplo, la educación, las amistades, Dios ... (no especifica). De donde la responsabilidad de ambos.

20,8 El rey como juez supremo; "avienta" alejando la paja de la maldad. La mirada es un gesto señorial y eficaz. El proverbio es descripción que puede servir de amonestación.

20,9 El acento recae en la condición pecadora del hombre; puede significar también que Dios solo puede purificar. Véanse 1 Re 8,46; Job 4,17; 15,14-16; Sal 19,12-13 y la doctrina de Pablo en Rom.

20,10 Véanse 11,1 Y 16,11; en la legislación Lv 19,36; 25,13-16. "Dos medidas tengo: con la grande compro, con la chica vendo".

20,11 Responde al programa educativo del libro. No supone determinismo ni fatalismo, pero sí aconseja observar a tiempo inclinaciones y tendencias.

20,12 Funciona en tres planos. El antropológico: Dios crea distinguiendo y asignando funciones, Eclo 17,6. El ético: por la responsabilidad de ambos órganos, Is 6,9s. El teológico: según Sal 94,9.

20,13 Se refiere no al sueño reparador, Sal 127,2, sino al letargo perezoso. Sorprende el momento de despertarse como cifra de la vigilia. "A raposo durmiente no le amanece la gallina en el vientre".

20,14 Minúscula y deliciosa escena de costumbres, en un mercado o feria, fijada en dos momentos decisivos, como chiste en dos viñetas. "Quien dice mal de la yegua ése la merca", "Lo que pienses comprar no lo has de alabar".

20,15 No alude al color de los labios ni se limita a la mujer. Es más bien un acumular joyas: se puede complementar con 25,12.

20,16 El imperativo equivale a dar permiso. Como si comentara: se lo merece. Véanse 6,1-5 y Eclo 29,14-20.

20,17 El "después" delata las consecuencias con una imagen inesperada y eficaz. "No hay mejor bocado que el hurtado".

20,18 En la paz deliberación, en la guerra estrategia: dos situaciones comunes en un aspecto. Puede recordarse la deliberación contrastada de 2 Sm 17.

20,19 La palabra un tiempo designaba al mercader ambulante, más tarde, al chismoso, incluso al difamador: Lv 19,16; Jr 6,28; Ez 22,9.

20,20 "Maldice": el verbo hebreo incluye también negar el sustento, como contrario al mandamiento del decálogo. Para ese significado véase Mc 7,10-13. En la legislación: Ex 21,19; Lv 20,9; también Eclo 3,16. "Lámpara" es luz y vida.

20,21 Dos interpretaciones de "herencia": a) sentido propio: previene contra entregar la herencia antes de tiempo, Eclo 33,20-24; Lc 15,12; b) sentido lato, fortuna; indica una prisa que no repara en medios.

20,22 "No digas" es un tipo particular de proverbio, como "No digas: de esa agua no beberé". Contra la venganza o el hacerse justicia por su mano: véanse Lv 19,18; Eclo 28,1-7; Mt 5,39-48; Rom 12,19. "Venganzas justas no hay ninguna".

20,23 Como el v. 10 y paralelos.

20,24 En vez de contradecir el programa de educación sapiencial, este proverbio apela a su base religiosa. Lo supremo de la sensatez es dejarse guiar de Dios.

20,25 A la letra: "decir de pronto: Consagrado". Véase la legislación de Lv 27,28 y lo que inculca Ecl 5,1-6; también los juramentos de Saúl, 1 Sm 14, o Herodes, Mt 14,1-12.

20,26 La primera parte como el v. 8. Es dudosa la función de esa "rueda": tendría que ser de castigo o tortura.

20,27 Equivale a dar trascendencia religiosa a la conciencia humana; pues "lámpara" se dice del mandato, 6,23, y de la palabra de Dios, Sal 119,105. Afirma además la penetración interior o capacidad de introspección de la conciencia humana.

20,28 Son las dos virtudes que imitan las de Dios, hacen de mediadoras. Véase Sal 101,1. Se puede complementar con los salmos 46 y 72.

20,29 "Anciano" es también el concejal o senador, mozo es también quien va a la guerra. Cada edad tiene su función. "A canas honradas no hay puertas cerradas".

20,30 Parece una medida terapéutica trasladada a la esfera ética. Ampliando la metáfora, puede referirse a golpes en la vida que hacen aflorar lo profundo. 

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