miércoles, 27 de febrero de 2013

CAPÍTULO 26.



26 1Ni nieve al verano, ni lluvia a la siega,
ni honor al necio le van bien.
2Gorrión que aletea, golondrina que vuela,
la maldición injusta no va a ninguna parte.
3Para el caballo el látigo, para el asno el ronzal,
para la espalda del necio la vara.
4No respondas al necio según su desatino,
no te vayas a igualar a él;
5responde al necio según su desatino,
no se vaya a creer listo.
6Se corta las piernas y bebe vinagre
quien envía un recado
por medio de un necio.
7 Al lisiado le cuelgan las piernas;
al necio, el proverbio en la boca.
8Quiere sujetar una piedra en la honda
quien concede honores a un necio.
9Pincho que cae en manos de un borracho
es un proverbio en boca de un necio.
10Saetero que atraviesa a cualquiera
el que contrata a un necio
y contrata a viandantes.
11 Perro que vuelve a su vómito
es el necio que insiste en sus sandeces.
12¿Has visto a uno que se tiene por listo?
Pues más se puede esperar de un necio.
13Dice el holgazán: «Hay un león en el camino,
hay una fiera en la calle».
14La puerta da vueltas en el quicio,
el perezoso en la cama.
15EI holgazán mete la mano en el plato
y le cansa llevársela a la boca.
16El holgazán se cree más sabio
que siete que responden con acierto.
17 Agarra un perro por las orejas
quien se mete en riña ajena.
18El alocado dispara
venablos y flechas mortales,
19Así es el que engaña a su amigo
y luego dice: «Era en broma».
20Si se acaba la leña, se apaga el fuego;
si no está el maldiciente, amaina la riña.
21Fuelle para las brasas y leña para el fuego
es el pendenciero para atizar la riña.
22Las palabras del que murmura son golosinas
que bajan hasta lo hondo del vientre.
23Barniz que recubre la loza
son los labios que adulan con mala idea.
24Disimula con los labios el que odia,
mientras que dentro medita engaños;
25aunque suavice la voz, no le creas,
que lleva dentro siete abominaciones;
26aunque encubra el odio con disimulo,
su maldad se descubrirá en la asamblea.
27El que cava una fosa caerá en ella,
al que rueda una piedra le caerá encima.
28Lengua embustera duplica los daños,
boca que adula empuja a la ruina.

26,1 Empieza una serie, 1-12, dedicada casi entera al necio. Tales fenómenos metereológicos son impensables en Palestina, y lo mismo el honor que se merece un necio: no está sazonado para recibirlo. Véase 19,10. 

26,2 Bendiciones y maldiciones se consideran dotadas de poderes deseables o temibles, casi mágicos: cfr. Balaán Nm 22-24 y Zac 5,4. El proverbio quiere exorcizar temores: a la maldición injustificada Dios no le presta su eficacia. Leyendo "a él" en vez de "no", algunos interpretan que se vuelve contra quien la pronuncia. 

26,3 La vara podría ser instrumento de educación, aquí se presenta como la razón que comprende el necio: "El necio por la pena es cuerdo", "El almendro y el villano, el palo en la mano". Véanse 10,13; 19,29.
26,4-5 La forma es refinada: la semejanza de los primeros hemistiquios subraya la agudeza de la antítesis. Los dos consejos son contrarios y son verdaderos, se justifican en las segundas partes, se relativizan en las primeras. El primero toma el punto de vista del prudente, el segundo, el del necio. Así es el talante sapiencial. 

26,6 Cambiando la consonante final resulta "bebe vinagre", cosa ingrata, 10,26; Sal 69,22. Conservando el texto consonántico, cambiando las vocales y dando al verbo el sentido de despojarse, Job 15,33, resulta más expresivo: "se desnuda el culo" = se expone a la pública vergüenza: cfr. 2 Sm 10,4s; Is 20,1-6. 

26,7 Descripción casi impresionista de un cojo. También nosotros hablamos de pies rítmicos, coplas de pie quebrado. El necio no sabe darle ritmo y sentido al buen proverbio. 

26,8 La honda no es instrumento para guardar piedras; la piedra sale despedida de la honda; la piedra despedida puede ser peligrosa. Así los honores concedidos al necio. Véase 26,1. 

26,9 Traduciendo "cae, viene a dar": no sabe manejarlo y lo hace peligroso. Traduciendo "sube, penetra" (?): se vuelve contra él y le pincha: "aplícate el cuento". 

26,10 El texto hebreo es muy dudoso y ha dado origen a muchas interpretaciones y versiones. He aquí algunas: "El pleiteante lo revuelve todo, contrata a un necio, contrata a transeúntes". "Poderoso es el Creador de todo: a necios y transgresores les da su sustento" (Kimchi). Parece insistir en la peligrosidad social del necio. 

26,11 La comparación con el perro es degradante y el detalle del vómito agrava la imagen. Lo cita 2 Pe 2,22. 

26,12 Se tiene por consumado, ignora su ignorancia, se incapacita para aprender. Mejor es el ignorante que se confiesa tal. Véase 29,20. 

26,13 Sigue una cuaterna dedicada al perezoso, que es un tipo de necio y huésped frecuente de este libro. Lo desorbitado de la suposición deja en ridículo a quien la profiere. Se puede aplicar a cualquiera que inventa dificultades inexistentes o agiganta las existentes. Véase 22,13. 

26,14 Uno de los mejores proverbios del libro. Habría que realizarlo en un montaje de cine, alternando y acompasando los dos movimientos giratorios, que no llevan a ninguna parte. Moverse para no moverse es lo supremo de la pereza. 

26,15 Anotación descriptiva irónica: nos invita a contemplar la escena. "¿Quieres sopas? -Si me las soplan ... " 

26,16 Aquí se juntan las dos series, del necio y el perezoso. Está tan satisfecho de su mezquino saber como de su escasa actividad. Su pereza mental le basta para convencerse a sí mismo, ya que no convence a los demás.

26,17 -28 Sigue una serie en la que se entremezclan los temas: murmuración y riñas, engaño y fingimiento. Explícita o implícita, se destaca la lengua y su antítesis con lo interior del hombre. 

26,17 Se supone un perro no domesticado. "Se mete": operando una simple metátesis de consonantes y según 14,10; 20,19; 24,21. 

26,18-19 En vez de "alocado" se podría entender un titiritero que exhibe su habilidad con armas mortales; si causa la muerte, no puede excusarse arguyendo que se trataba de un ejercicio de habilidad. Así, tampoco vale la excusa de bromas que perjudican gravemente al prójimo. 

26,20-21 Leo fuelle cambiando el orden de dos consonantes. Nosotros solemos decir: "echar leña o añadir ascuas al fuego". Véanse 15,18; 22,10; 29,22; Eclo 8,3; 28,10. 

26,22 Lo hondo del vientre es en la antropología hebrea el lugar donde se depositan y acumulan los conocimientos, hasta que "suben al corazón" y se hacen conscientes y presentes. La murmuración puede ser grata de escuchar; pero queda escondida, dispuesta a actuar malvadamente. "La comadreja [comadre] pare por la boca y empréñase por la oreja". 

26,23 Cambiando una consonante para leer "adulan". "Boca de miel y manos de hiel", "tocas de beata y uñas de gata". 

26,24-26 Disimulando, el odio se cree más eficaz. El proverbio invita a no fiarse del enemigo. La asamblea parece tener función judicial. 

26,27 Se puede unir con el anterior: el traidor queda descubierto y el plan que tramaba se vuelve contra él. Es un tema recurrente: SaI7,16s; Ecl10,8s; Eclo 27,26. 

26,28 Corrigiendo el texto hebreo. Con halagos maliciosos hace más daño que si injuriara abiertamente. "Del agua mansa me libre Dios, que de la brava me libraré yo", "Palabras de lisonjero muchas son y sin provecho".

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